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miércoles, 1 de agosto de 2012

Volver a Empezar



Estimados lectores de Trotamundos:
Un saludo desde la gélida ciudad de Burgos. Mi
nombre, mi nombre... De momento que más da,
solo saber que soy una persona como cualquier
otra persona, con sentimientos y emociones, que
sufre, llora, ríe, siente como cualquier ser mortal (o
casi todo ser mortal).
Durante unos artículos (o cartas) os iré contando el por qué del título
de mi historia y de mi vida.
Nací en una familia de clase media en Bilbao, aunque viví bastantes
años en Santander, y luego en Galicia, de cuyas estancias hablaré más
adelante.
El pequeño de 5 hermanos y el más mimado, como suele ocurrir con
los más pequeños. Fuimos creciendo, y como en toda familia, siempre
había alguna discusión o algún problema , pero siempre lo resolvíamos
y había respeto entre todos y buena comunicación.
Todo empezó cuando llegué a la juventud, viviendo ya en Santander.
Empezaron a llegar los problemas y discusiones conmigo y por mí. Empezaron
las mentiras, el esquivar preguntas, el no asistir a clase habitualmente,
el BEBER y ROBAR... Empecé a crear un mundo fantasioso,
donde quería aparentar lo que no era, a intentar ser más que otros
de cualquier forma, a intentar a ser el ombligo del mundo, a ser un yo
imaginario el cual se creía hasta sus propias mentiras. También empecé
con la bebida. Al principio de una forma “controlada”, pero poco a
poco, y sin darme cuenta, me fui metiendo más en ella. Por mucho que
me dijeran que me estaba pasando, no le daba importancia, y cada
vez me iba hundiendo más, me iba creando más y más problemas, tanto
en la bebida como en el robar.
El tiempo fue pasando, yo fui creciendo (más que yo, mí otro yo) y
todo se iba agravando. La mili fue un periodo casi inadvertido, aunque
influyente, porque el alcohol iba aumentado y los robos continuaban
sin remedio. Al acabar este periodo de pérdida de tiempo, realicé unos
estudios de informática y empezaron a salir algunos trabajos, no sin
tener problemas por mis irresponsabilidades. En septiembre de 1992,
murió mi padre, y en mayo del 1993, mi madre. Desde ese momento,
mi vida ya se fue totalmente al traste, fue el comienzo del fin de mi
hundimiento total...